Alimentación con insectos

Alimentación con insectos

En Latinoamérica es común el uso de insectos para la alimentación sobre todo en el Amazonas.

Dónde durante milenios los pueblos indígenas de la cuenca del amazonas se han alimentando con hormigas y con gusanos. Lo cual ha sido difícil de aceptar para la civilización occidental. Pero se han dado algunos avances sobre todo con la sal de hormigas amazónicas que se ha vuelto muy apreciada y con los gusanos o mojojoy que se sirven como brochetas en algunos restaurantes y que tienen un sabor dulce y nutritivo.

En México es común el consumo de chapulines o saltamontes, al igual los huevos de hormiga que son llamados el caviar Mexicano y que son hechos con mantequilla en algunos de sus mejores restaurantes y no podría faltar el famoso gusano de ajáve que se usa para perfumar y decorar algunos de los más famosos tequilas.

La verdadera cuna de los insectos a nivel mundial se encuentra en otras culturas, como en Tailandia donde han comenzado toda una industria para alimentos de mascotas con los insectos. Ellos lo ven como la oportunidad para llegar al consumo de insectos a los seres humanos.

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Muchas empresas tailandesas se centran en el mercado de alimentos para mascotas, en rápida expansión, donde las larvas de mosca soldado negra tienen una gran demanda. Estas larvas ofrecen una alternativa rica en proteínas a la carne y el pescado que se utilizan tradicionalmente en la alimentación de mascotas. La comida para mascotas es la puerta de entrada al mercado de los insectos comestibles.

El sector está en pañales en comparación con la ganadería. Los cerdos y los pollos tienen 80 años de historia genética. En el caso de los insectos, se acaba de empezar. La Administración Tailandesa de Alimentos y Medicamentos acaba de aceptar para comercializar Ju Lin C, un suplemento prebiótico para la salud elaborado con polvo de grillo. Las investigaciones sugieren que el polvo de grillo puede aumentar la diversidad de la microbiota intestinal fomentando el crecimiento de bacterias beneficiosas, lo que mejora la salud intestinal en general.

Los beneficios medioambientales de la cría de insectos comestibles están bien documentados. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) lleva tiempo promoviéndola como el futuro de la alimentación sostenible. La cría de insectos utiliza mucha menos tierra, agua y energía que la ganadería tradicional, al tiempo que emite menos gases de efecto invernadero y genera un mínimo de residuos. Incluso los excrementos de los grillos, ricos en nitrógeno, son un excelente fertilizante natural para las hortalizas.

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Incluso en Tailandia, el mayor reto para la industria de los insectos comestibles es que la gente supere el factor «asqueroso» de comer insectos enteros. En respuesta, los productores han optado por moler los insectos en polvos parecidos a la harina que pueden mezclarse con alimentos y productos familiares como el cacao, el pan y los fideos.

Aunque el mercado de insectos en polvo está creciendo en Tailandia, los grillos, en particular, se siguen vendiendo fritos enteros y son populares como aperitivos de cerveza. Algunos restaurantes también han conseguido sustituir los productos cárnicos por insectos.

En Bounce Burger, un restaurante del centro de Bangkok, los grillos se fríen y se pelan; sus cuerpos constituyen el 15% de las hamburguesas. En Akkee, un elegante restaurante con estrella Michelin escondido en una zona industrial de las afueras de Bangkok, los insectos ocupan un lugar destacado en el menú elaborado por Chantop. Se cocinan totalmente al fuego, sin aparatos electrónicos. Junto a la carne y el marisco, se preparan platos a base de insectos, como gusanos de bambú fritos y hormigas subterráneas asadas.

Cada ves los insectos se vuelven un sustituto alimenticio con muchos beneficios para nuestra salud y para el medio ambiente.

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