Haz lo que otros no hacen, para llegar a ser lo que los otros no son

Juan Camilo RiveraHacer lo que otros no hacen, es no seguir modas y tendencias. Es hacer lo que nos nace. Para llegar a ser auténticos.

No aceptar una invitación por qué nos la hace alguien humilde que no tiene dinero, es despreciarlo, no es quedar bien por qué le estamos ahorrando dinero que no tiene. Por el contrario aceptar esa invitación a esa persona humilde, es hacerlo sentir que lo respetamos y que su invitación nos gusta.

O visitar a un enfermo, por qué según la mayoría no es bien visto hoy en día ir a los hospitales. Por el contrario es lo correcto sin importar que la mayoría no va a la clínica por evitar la molestia de el viaje y estar en un hospital.

O llamar al celular a un familiar o amigo en su cumpleaños es lo correcto, que hacerlo por el watts de la familia que es lo más impersonal y fácil. Para quedar bien. Y demostrar que nos acordamos de los demás, cuando es mentiras. Solo nos acordamos por qué no lo recordaron en el grupo de watts de la familia o en el Facebook. Hacer lo correcto es reconocer que no nos acordamos, que no lo recordó otra persona o el Facebook. Pero que podemos eleguir llamarlo.

La verdad como en todos estos anteriores ejemplos, de hacer lo correcto, no es hacer lo conveniente, como nos enseña la sociedad, o la mayoría de personas, si no hacerlo del corazón, de nuestras entrañas de nuestros instintos, es ahí cuando nace la diferencia de hacer las cosas de manera auténtica, sin esperar el consentimiento de los demás, ni aplausos, ni palmadas en la espalda. Es simplemente hacer lo correcto por qué nos nace del corazón no por imitar y por quedar bien.

Consultoría en gestión comercial de negocios de alimentos y bebidas

El punto es que no es nada fácil llegar a hacer lo correcto, nos cuesta. Es nuestra escogencia, es nuestra libertad. Y La verdadera libertad está en ser útil de una manera singular. Y no se puede ser útil sin responsabilidades. Nos volvemos útiles cuando creamos. Y por eso suele ser el caso que la búsqueda de la libertad implica elegir el camino más difícil.

Con el tiempo y la experiencia nos vamos volviendo mas sabios. Y es cuando tenemos el poder de tomar mas riesgos de una manera mas confiable, de aprender a cortar nuestras pérdidas y salvaguardar nuestros recursos para la próxima apuesta. Casi siempre sucede lo contrario, por qué en la juventud tomamos más riesgos, de forma inconsciente, sin la sabiduría de la experiencia.

Dentro nuestro crecimiento como personas, tendemos a despreciar las fallas los errores, cuando en esos malos momentos es cuando más aprendemos a ser nosotros mismos. Mejor dicho por algo pasan las cosas, para aprender de ellas.

En ese mal rato es cuando sucede, el quiebre existencial, cuando lo que haces comienza a perder sentido, cuando empiezas a cuestionarte todas las cosas que haces, a ser más consciente, de que vives en automático, llevado por un hábito, un comportamiento errático, sin sentido, sin tomarte el tiempo de escucharte a ti mismo y escuchar si estás haciendo lo correcto, lo que nace de tu corazón.

Es por eso que la salvación para todos estos malos momentos y malos ratos esta en la búsqueda de un sentido, en una causa, en un propósito, que nos conecte con nuestro ser. De modo que nos aferrarnos a algo que nos haga sentirnos vivos cada mañana.

Por que no nos define nuestra profesión o el oficio que hacemos, si no lo que verdaderamente somos, nuestro ser. Por lo cual debemos ser valientes en aprender a ser nosotros mismo aunque nos cueste, lo primero debe ser recuperar nuestra dignidad, ser orgullosos de lo que somos de nuestro origen para comenzar a ser auténticos, vivir en nuestra propia naturaleza y con un propósito para no tener mas crisis existenciales, por qué sabemos quiénes somos.

Consultoría en gestión comercial de negocios de alimentos y bebidas