En Colombia se pierden 9,7 millones de toneladas de alimentos al año, mientras que casi un tercio de los hogares vive en inseguridad alimentaria grave o moderada.
Con la comida que botamos en Colombia cada año podríamos darle de comer a toda la población de Panamá, más toda la población de Uruguay y toda la población de Luxemburgo las tres comidas al día durante un año. Eso se traduce, a su vez, en que con toda la comida que se desperdicia cada año en el país, se podría acabar con el hambre en Colombia.
Hoy en Colombia: tenemos 20,4 millones de personas que no logran acceder a los alimentos que necesitan, que están bajando la calidad de lo que comen saltándose comidas, pidiendo alimentos prestados, endeudándose para adquirir alimentos, consumiendo menos proteínas. En Ciudades como Medellín este índice ha subido en el 2023 por efectos de la pandemia, e inflación según Medellín como Vamos.
Además, las cifras son alarmantes en el año 2019 menores de cinco años han muerto por desnutrición y esto continua en el 2023 en lugares como la Guajira, además más de 560.000 niños tienen desnutrición crónica.
Dónde se desperdicia y qué hacer
El 40 % de los alimentos que se pierden en el país están en la producción agropecuaria, por la falta de planes de abastecimiento que pongan en una balanza la oferta y la demanda para no producir de más, además de la escasez de rutas terciarias o buen estado de las vías para el transporte de alimentos y el no comercio justo a los campesinos por parte de intermediarios que hace que cada ves mas campesinos dejen de cultivar. Eso hace que muchos campesinos a veces prefieran botar la cosecha porque les sale más caro recogerla y llevarla a los intermediarios.
Por otro lado, el 16 % de los alimentos que se desperdician provienen de los hogares. Según un estudio de WWF, los colombianos entienden el desperdicio solamente como lo que ocurre en el plato, pero engloba mucho más como el vencimiento de alimentos sin consumir.
Colombia tiene una reciente ley de desperdicio de alimentos cuya implementación está en marcha, pero como individuos, señalan desde las organizaciones, se pueden adelantar acciones para prevenir el desecho de alimentos, tales como planear la compra o buscar un mejor método para el almacenamiento, que sea más eficiente.
Separar los alimentos por fechas de vencimiento, aprender a hacer conservas o congelar los alimentos que están en cosecha. Comer local, aprovechar lo que está más cerca en cada región, que no solo ayuda a evitar el desperdicio, sino también al medioambiente
Los desperdicios y el medioambiente
El desperdicio de alimentos afecta al medioambiente. La parte final suele ser la más visible, cuando se tira a la basura y los residuos que genera, que acaban en algún relleno sanitario. La degradación de estos acaba produciendo gas metano que, a su vez, se conecta con el ciclo de gases de efecto invernadero que hacen el clima más inestable y acaban incidiendo en la producción de alimentos.
La producción de alimentos a escala global utiliza el 34 % de la tierra y el 70 % del agua dulce, así que cuando se desecha un alimento también se están tirando a la basura todos los recursos utilizados para el cultivo del mismo.