Alimentarnos de manera saludable no es dejar de consumir fritos y usar la air fry, por qué dejamos de cocinar lo que nos gusta con aceite y lo remplazamos por aire seco. Tampoco es seguir consumiendo solo las mismas verduras tradicionales tomate cebolla y zanahoria; Arroz, papá y yuca. Y buscar aquellos alimentos ligth que por qué tienen menos azúcares y grasas son más saludables.
Alimentarnos de manera saludable, es tomar conciencia de lo que estamos comiendo y ponerle color a nuestros platos para recibir más nutrientes en cada comida para nuestro organismo.
No se trata de satanizar las grasas saturadas cómo el aceite de maíz, girasol, palma, soya y la mantequilla. Se trata de consumir aceites frescos, sin reutilizar, sin químicos y de dejar reposar los alimentos después de freirlos para consumir el frito seco sin excesos de grasas, sin privarnos de su sabor y variándolos en nuestra alimentación diaria. Y no consumir todos los días fritos.
Tampoco se trata de consumir al desayuno todos los días granola con leche o yogurt ligth y pan integral con queso ligth. Pues la mayoría de los cereales tienen exceso de azúcar para potenciar su sabor y volvernos más adictos, además que algunos organismos no los absorben de la mejor manera por qué no están malteados o fermentados.
La leche generalmente es ultraprocesada lo que hace que mediante procesos de pasteurización le quiten todos sus minerales y nutrientes. Y luego se los adicionen para aumentar su vida útil. El yogurt y el queso ligth a pesar de pasar por un proceso de fermentación que le mejora la asimilación y absorción en nuestro cuerpo, al añadirle los edulcorantes le remplazan los azúcares y grasas disminuyendo sus nutrientes naturales.
Y el pan integral que, al ser ultra procesado, su vida útil aumenta tanto que ni las hormigas se lo comen por tener exceso de aditivos y conservantes. Un pan fresco natural al tercer día está duro
Alimentarnos de manera saludable es comenzar a variar nuestra alimentación y agregándole color con mas verduras, frutas y legumbres, sin dejar de consumir proteínas como el res, cerdo, pollo y pescado. Cuando hablamos de variar es cambiar la proteína no siempre consumir carnes rojas y remplazar por legumbres como el garbanzo, lentejas con arroz y frijoles.
O cambiar los cortes de las carnes rojas, no siempre tiene que ser las más magras, también los cortes de segunda o tercera de la res y el cerdo si aprendemos a prepararlos pueden ser más nutritivos por la gran cantidad de colágeno que contienen. Lo cual lo explicamos con mas detalle en nuestro curso de asado argentino.
Agregarle color a nuestros menús es no solo usar tomate, cebolla, zanahoria y lechuga. Podemos usar otras verduras de temporada como la acelga, espinaca, pepino, pimentón, coliflor, brócoli, hinojo, berenjena y de este modo aumentar los nutrientes a nuestro organismo. Aquí es importante aprender a preparar estos alimentos y como mezclarlos con especies, semillas y frutos secos. Como lo explicamos en nuestro curso de cocas saludables.
Tener muy en cuenta que todo lo anterior depende mucho de la frescura de la materia prima, nada ganamos si compramos productos procesados, como ensaladas o embutidos que tienen químicos para aumentar su vida útil, pero no los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita.
La clave de una alimentación saludable esta en la compra, preparación y consumo de alimentos. Ahí es donde la alimentación consciente juega un papel importante con la educación alimentaria, ayudándonos a tomar consciencia desde la compra para mejorar nuestra salud y la del planeta.
