La forma correcta para alimentarnos empieza cuando realizamos una alimentación consciente.
En la actualidad la gran mayoría de las personas vivimos en piloto automático, al igual que en la película CLICK de Adam Sandler, vivimos con nuestra mente desconectada de muchas de las acciones que realizamos durante el día.
Un ejemplo: intenta recordar el rostro de las personas que viste la ultima vez que te subiste a un bus. O si conduces carro y sigues siempre la misma ruta, ¿no te has dado cuenta que muchas veces llegas a tu destino y no sabes cómo lo hiciste o en qué momento hiciste todo el trayecto?
Es tu mente la que toma el control de cosas que se vuelven automáticas, mientras tus pensamientos divagan en tiempos y espacios diferentes.
Qué es la Alimentación Consciente
La Alimentación Consciente surge como una de las ramas del “Mindfulness” o “Atención Consciente”. Es la necesidad que tenemos las personas de ésta era de parar un poco a respirar, pensar y vivir.
Y es que en el día a día son pocos los momentos que sacamos para descansar y disfrutar de lo que hacemos.
Ahora bien, una de las actividades más importantes para nosotros y que deberían generar más placer, la estamos realizando con la mente puesta en otro lado, viendo el noticiero o distraídos con el teléfono móvil. Hablamos de la alimentación.
Comer es el máximo acto de respeto y amor que podemos hacer por nuestro cuerpo, es el momento en el que le otorgamos no solo lo necesario para mantenerse en funcionamiento, sino que si disfrutamos de una excelente comida, podemos vivir una experiencia maravillosa.
La alimentación consciente o “mindful eating” es el arte de agradecer por tus alimentos, comer despacio, cerrar los ojos y concentrarte únicamente en los sabores, texturas y ruidos que haces al comer.
Alimentarse conscientemente es un estado mental en el que sabes que cada bocado de comida que pasas, cumplirá una valiosa misión.
Y por lo tanto mucho antes de alimentarte eres consciente de CON QUÉ te vas a alimentar.
Cómo alimentarnos conscientemente y de forma correcta
Alimentarse conscientemente se puede considerar una forma de vida, por lo tanto queremos que te quedes con los siguientes consejos para que a través de una sana alimentación, te mantengas sano, física, mental y emocionalmente.
Agradece por los alimentos
Da igual si eres creyente o no, no hay nada más sano para tu cuerpo y tu mente que agradecer lo que tienes ahora. Cuando agradeces lo que tienes, te centras en el presente y abres la puerta para que lleguen más cosas.
Puedes agradecerle a Dios, al Universo, a la Naturaleza o al Campesino que cultivó tus alimentos, pero agradece por tener alimento, ya que millones de personas en este mismo momento no cuentan con esa bendición.
Toma conciencia de porqué vas a comer
No es lo mismo comer cuando se tiene ansiedad, por un capricho o estás aburrido, que hacerlo cuando tienes hambre o cuando sabes que es la hora de alimentarte. Si en la mayor parte del día te das cuenta que comes de forma irregular y no sanamente, te aconsejamos que tomes un vaso de agua, sal a caminar o busca una actividad que te distraiga para evitar comer de más y alimentos que no te aportan ningún valor.
Cuando es comiendo es comiendo
Eso dicen las madres a sus niños para que no se distraigan mientras se alimentan. Cuando sea la hora de comer céntrate únicamente en tu comida y evita distraerte contaminarte con la TV, el móvil, revistas o periódicos.
¿Te has dado cuenta que las emisiones de los noticieros son justamente a la hora del desayuno, del almuerzo y de la cena? Y no son precisamente noticias que alegran tu alma, al contrario, la contaminan de amarillismo, dolor, muerte y miedo.
Un ambiente agradable ayuda
No te sientes a comer en un sofá o recostado en la cama, aunque en ocasiones puede ser muy cómodo, intenta hacerlo sentado en tu mesa de comedor, con la mesa dispuesta y decorada como el Celler de Can Roca. Para tu cuerpo mental y emocional será de gran valor sentirse cómodo, digno y merecedor de comer lo mejor en el mejor lugar.
Comer con los ojos cerrados y masticar despacio
Puede parecer algo raro, pero cuando cierras los ojos puedes escuchar esa maravillosa pieza de alta ingeniería que es tu cuerpo en plena función. Y al comer despacio te das la oportunidad de masticar bien, lo que reduce el trabajo de digestión permitiéndote gastar menos energía y alimentarte mejor.
Practica siempre que pueda
Es muy posible que debido al trabajo, el estudio o el cuidado de alguien más, nos sea imposible alimentarnos de forma consciente. ¡Esta bien!, no te afanes ni te estreses por querer hacerlo siempre, intenta cuando menos 2 veces a la semana de forma totalmente consciente y luego le vas añadiendo momentos y días.
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