El turismo de salud y bienestar se ha convertido en una de las industrias globales de mayor crecimiento. Aunque este tipo de turismo ha existido desde siempre, hoy vive un auge particular gracias a la creciente conciencia sobre el autocuidado, la longevidad y la búsqueda de experiencias que combinen salud, descanso y naturaleza.
Para países como Colombia —con talento médico reconocido, costos competitivos, biodiversidad y oferta cultural— esta tendencia representa una oportunidad estratégica si se desarrolla con profesionalización y calidad.
¿Qué es realmente el turismo de salud y bienestar?
El turismo de salud consiste en recibir tratamientos médicos, preventivos o de mantenimiento fuera del lugar de residencia. Sin embargo, no se limita solo a servicios clínicos. También incluye:
- Programas de bienestar
- Actividades como yoga, meditación o retiros
- Turismo de naturaleza
- Acompañamiento para recuperación física y emocional
Este enfoque híbrido ha crecido impulsado por una población cada vez más consciente del valor de cuidarse para llegar mejor a su vejez.
La longevidad: la ola que lo está cambiando todo
La medicina de longevidad avanza rápidamente en el mundo. Las personas buscan vivir más y vivir mejor, y esta tendencia se soporta en el modelo de la salud de las 5P:
- Preventiva: acudir al médico antes de enfermar.
- Predictiva: tomar acciones tempranas cuando hay factores de riesgo.
- Personalizada: tratamientos adaptados a cada individuo.
- Participativa: la comunidad comparte rutinas y hábitos saludables.
- Percepción: pasar de cuidar enfermedades a cuidar la salud; de un proveedor único a múltiples; de pagar por un servicio a pagar por un acompañamiento continuo.
Esta mentalidad abre puertas para destinos que integren salud, bienestar y experiencias auténticas.
La cadena de valor del turismo de salud y bienestar
Para ofrecer una experiencia completa intervienen múltiples actores:
- Agencias de turismo de salud
- Clínicas y centros médicos
- Aerolíneas
- Transportadores
- Hoteles y alojamientos
- Restaurantes
- Guías turísticos
Cada uno es responsable de una parte crítica de la experiencia del paciente–turista. Por eso, se recomiendan buenas prácticas transversales:
a) Contratos y acuerdos claros
Los actores deben contar con contratos o acuerdos comerciales que especifiquen:
- Alcance del servicio
- Responsabilidades
- Comunicación y seguimiento
- Confianza y profesionalismo
Esto protege al paciente y también a los prestadores de servicios.
b) Gestión de tiquetes médicos
Varias aerolíneas ofrecen tarifas especiales para salud, con beneficios como:
- Flexibilidad para cambios
- Postergaciones de hasta 180 días
Pocas agencias colombianas conocen o aplican estas ventajas.
c) Transporte especializado
En Colombia, el transporte de pacientes aún es muy informal. En países como España existen normas técnicas estrictas sobre cómo trasladar pacientes sin llegar al extremo de usar ambulancias.
Colombia se encuentra en una zona intermedia: vehículos normales sin protocolos, o ambulancias que son demasiado especializadas para un traslado no clínico. Se necesita un estándar profesional intermedio.
d) Recuperación del paciente
Después del tratamiento, suelen intervenir las agencias de viajes ofreciendo actividades turísticas y recreativas. Sin embargo, estas deben adaptarse al tipo de recuperación.
Muchos pacientes escogen alojamientos inapropiados como Airbnb. Aunque no es responsabilidad directa de la agencia, sí se convierte en su problema, por lo que debe anticiparse y ofrecer alternativas adecuadas.
e) Diversidad cultural y alimentaria
No todos los turistas son iguales ni tienen los mismos hábitos. Factores a considerar:
- Personas de diferentes razas y culturas
- Restricciones alimentarias
- Intolerancias
- Preferencias culinarias
- Limitaciones postoperatorias

Casos especiales que requieren preparación
Dietas religiosas: existen más de 14 dietas específicas (Halal, Kosher, etc.).
Sangrado en sábanas: los alojamientos deben tener protocolos de limpieza.
Acompañantes: también necesitan cuidados y servicios.
Casas de recuperación: no son IPS ni deben intentar suplirlas. No están habilitadas para procedimientos médicos. Sin embargo, si un hotel tiene convenio con una IPS para “salud en casa”, es una figura distinta y válida.
Construir una propuesta de valor profesional y diferenciada
Para que Colombia compita globalmente en turismo de salud y bienestar, es indispensable la profesionalización del sector. Esto incluye:
- Protocolos claros
- Guías y procesos documentados
- Roles definidos
- Manejo de riesgos
- Capacitación continua
Una propuesta de valor sólida jamás debe basarse solo en precio.
En salud, el precio puede generar desconfianza; lo que importa es:
- Experiencia
- Calidad
- Seguridad
- Trayectoria
- Resultados
Como suele decirse en el sector:
este no es un negocio de dólares, es un negocio de dolores.
El enfoque debe estar en el cuidado, no en la promoción comercial tipo “2×1”. La clave es transmitir expertise, credibilidad y atención humanizada.
El turismo de salud y bienestar es una industria que seguirá creciendo de manera acelerada. Colombia tiene el potencial para convertirse en un destino líder, pero esto solo será posible si se avanza hacia la profesionalización, la estandarización y la creación de propuestas de valor centradas en la confianza, la calidad y la experiencia del paciente.
La oportunidad está servida. Falta desarrollar el camino.

