Qué es el café Liberica y su origen
A diferencia de las variedades más conocidas como el café Arábica o el Robusta, el café Liberica ha permanecido al margen del mundo cafetero. Mientras las dos primeras dominan el mercado global, el Liberica apenas representa el 1% de la producción mundial.
Su origen se remonta al siglo XVIII, cuando fue descubierto en Liberia, África Occidental. Este cafeto destaca por su gran tamaño —puede alcanzar hasta 20 metros de altura—, sus bayas asimétricas y su fuerte sistema radicular. Hoy en día, se cultiva principalmente en Filipinas y Malasia, donde comienza a ganar reconocimiento gracias a su resistencia y sabor particular.
Sabor del café Liberica y sus características únicas
Tradicionalmente, el Liberica se consideraba un café de sabor amaderado y simple, motivo por el cual fue ignorado durante mucho tiempo. Sin embargo, recientes catas han revelado matices sorprendentes.
En el Festival del Café de Borneo, el Dr. Schwarz descubrió que el Liberica procesado de forma natural tenía un dulzor más alto que el Arábica, con notas afrutadas que recordaban al jackfruit y un perfil aromático singular. En su versión lavada, se perciben tonos de chocolate y bergamota, con una acidez baja y una textura suave.
Estos hallazgos han hecho que el Liberica empiece a ganar atención entre los expertos por su perfil de sabor inusual y su dulzor intenso.
Ventajas del café Liberica y su potencial futuro
El café Liberica ofrece ventajas significativas frente a otras especies. Sus raíces profundas permiten cultivarlo en suelos difíciles como la arcilla o la turba, y su estructura robusta lo hace más resistente al calor, la humedad y las plagas que el Robusta.
Además, su dulce aroma atrae insectos como los escarabajos del café, lo que lo convierte en una trampa natural que ayuda a proteger otras plantaciones, especialmente las de Arábica.
Gracias a estas características, el Liberica podría ser clave para el futuro del café en un contexto de crisis climática. Su resistencia y su perfil de sabor lo posicionan como una alternativa viable para mezclas o cruces con otras especies. Por ejemplo, combinar Arábica, Robusta y Liberica puede dar lugar a un espresso más dulce y exótico, o incluso a nuevas variedades híbridas más fuertes y sostenibles.
