El caminar nos permite apreciar mejor la naturaleza que nos rodea y conocer los árboles que tenemos a nuestro alrededor.
En el caso de Medellín es increíble ver la cantidad de árboles de almendra, que es una de las especies que predomina y que muchos no las vemos, por qué se nos vuelve paisaje o por qué no nos hemos tomado el tiempo de conocer de dónde proviene la almendra, por qué generalmente creemos que viene solo del Mediterráneo.
Generalmente tendemos a reconocer más los árboles foráneos como el pino o el eucalipto por qué los vemos en películas o en cultivos, a diferencia de los árboles nativos que por ser tantos y tan variados de pronto no reconocemos. Pero precisamente en esta variedad es donde está la biodiversidad y la magia de la naturaleza. Pues en este cumulo de especies confluyen en perfecta simbiosis y armonía una extensa cantidad de organismos que se interrelacionan entre si para darle vida a nuestro planeta.
Es por lo que un monte de árboles nativos tiende a tener mayor biodiversidad que un bosque de pinos o eucaliptos dónde solo predominan algunas especies. También por desconocimiento de nuestra biodiversidad buscamos que en nuestros prados predominen más algunas especies y que nuestra manga este al ras o pareja, en vez de estar tupida, por qué queremos evitar el monte.
Cuando valoramos el monte, comenzamos a entenderlo, cómo lo hacen los indígenas y a investigar dentro de el, encontrando raíces, semillas, tubérculos que nunca nos hubiéramos percatado que existían cómo el caso del Sagú, con el cual muchos de nosotros nos hemos tropezamos en nuestras caminadas, pero que siempre lo hemos visto como una especie de platanillo que nos regala flores y no como alimento. Pues para mí fue toda una revelación cuando caminando por el parque la presidenta de Medellín un amigo me explico que de las raíces de ese árbol se hacían las famosas achiras del Huila y que su harina era una gran fuente de energía.
La harina de sagú es un almidón que resulta mucho más beneficioso que la harina de almendra y coco; el Sagú es una especie de palmera de hojas grandes, con frutos ovoides, con un tronco que tiene forma muy similar al de un tubérculo, la harina se extrae de las fibras del corazón, se filtra y mediante un proceso de suspensión nos brinda el producto, el cual se puede amasar y cocinar o someterse a moliendas o procesos de perlado. Esta se puede utilizar para cocina u acompañar alimentos como sopas, purés o algunos pudínes.
Beneficios del Sagú
Es recomendada para niños y adultos por su alto contenido en hierro, el almidón de esta planta confiere propiedades que restauran por mucho la fuerza de quien la consume. El sagú es una fécula rica en vitamimas B, incluyendo la tiamina, niacina y piridoxina, además es rica en minerales como el cobre, hierro, manganeso, magnesio, fósforo y zinc, nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Regular el pH del cuerpo, mejora la digestión, previene el estreñimiento. mejora la circulación, controla los niveles de azúcar en sangre, mejora la circulación sanguínea, gracias a la presencia del cobre y hierro, componentes vitales de la producción de glóbulos rojos, previniendo la fatiga, debilidad y disminución cognitiva.
Acelera el metabolismo, por tener un alto contenido de vitamina B, optimizando la función enzimática y regulando los procesos metabólicos. Contiene cantidades importantes de Vitamina B9 o Folato, con alto contenido de potasio, el cual ayuda a suavizar los vasos sanguíneas y arterias del corazón, evitando infartos o desarrollo de presión arterial alta
Usos del Sagú
Al cocinar con polvo de sagu, lo mejor es añadirlo al final de la cocción para que los nutrientes no disminuyan y la mezcla no se descomponga por el calor.
