El arte de vender alguna producto o servicio debe tener unas creencias, principios y discursos bien cimentados para lograr una coherencia con lo que le ofrecemos a nuestros clientes.
Debemos honrar nuestra palabra y valores en lo que ofrecemos no solo se trata de conseguir dinero, sino de asesorar al cliente de manera profesional, sin mentir y sin destruir el medio ambiente y las comunidades a nuestro alrededor
Es por eso por lo que invito a las empresas a profesionalizar sus vendedores y a conocer primero que todo su producto o servicio antes de venderlo. Por qué no tiene sentido vender lo que no conocemos, ni hemos probado.
Lo que no entiendo es por qué si sabemos lo anterior.
Muchos vendedores hacen lo contrario dicen vender un alimento y venden un ultraprocesado que es distinto, dicen vender café especial de Colombia y venden pasilla.
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Dicen vender cerveza artesanal y venden cerveza pasteurizada.
Al hacer esto a mi modo de ver mienten y nos confunden, se van solo por la retórica del precio, marca y prestigio.
No por el discurso de la propuesta de valor, innovación, por aquellas diferencias que hacen que un producto o servicio sea diferente a otro.
Obviamente educar al consumidor y tomarse el tiempo de explicar por qué eres diferente no es la opción más fácil, pero si a la larga se persistes y el consumidor te escucha lograrás convencer al cliente con valor y no con precio.
Es tan profundo el desconocimiento del producto o servicio en algunos directos comerciales y de los consumidores que han sido mal educados por la industria.
Que no me cabe en la cabeza como los líderes de grandes empresas de venta de café no sepan que existen otras variedades de café en Colombia fuera de la variedad Colombia, otros métodos de preparación fuera de la máquina expresso y que existan cafés fermentados para darle mayor valor al café.
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Porque estos líderes para vender café solo necesitan ofrece precio y marca ante un consumidor mal educado.
A mi modo de ver estos líderes y empresas no venden café, si no ultraprocesados. Por eso no necesita conocer lo que venden y no les importa aprender y educar. Solo lo importante es el dinero, no el valor y educación al consumidor, que debería ser nuestro propósito superior.
Solo me queda decir que existe mediocridad en nuestras empresas y líderes comerciales. Por lo cual es poco lo que se le pueda pedir a un vendedor, si no damos ejemplo.
