Dolores de los empresarios: una mirada real desde la consultoría

Juan Camilo RiveraAcompañando empresas en el mundo del marketing y las ventas, he identificado varios dolores de los empresarios que se repiten en distintos sectores económicos.
Aquí comparto los más comunes y cómo enfrentarlos para mantener la competitividad y la sostenibilidad de los negocios.

Falta de talento humano: un dolor creciente para los empresarios

Uno de los principales dolores de los empresarios es la dificultad para conseguir personas que quieran trabajar.
Muchos jóvenes buscan propósito y flexibilidad, no solo un empleo que pague las cuentas. Las nuevas generaciones no quieren repetir los modelos laborales de sus padres; buscan sentido, desarrollo personal y empresas con valores auténticos.

Negocios como Temu o Shein están revolucionando sus industrias al eliminar intermediarios y conectar directamente con el cliente final, transformando las reglas del juego.

No crecemos: el reto de romper el estancamiento

Cuando una empresa deja de crecer, ya no basta con aplicar la regla del 80/20 de Pareto. Hoy los negocios deben enfocarse también en los pequeños detalles, esos que marcan la diferencia.
Ejemplos como Zappos muestran que atender con excelencia los asuntos mínimos del cliente genera una ventaja competitiva poderosa.

El error de muchos empresarios es seguir gestionando sus negocios como hace diez años, sin adaptarse a las nuevas expectativas del consumidor.

Impacto con los clientes: cómo recuperar la confianza

Otro de los dolores de los empresarios es la erosión de las relaciones con los clientes.

Las redes sociales y la inmediatez digital han cambiado la forma en que los consumidores interactúan con las marcas.

Hoy, las empresas deben aprender a ser más humanas, responder con empatía ante críticas y comentarios negativos, y no simplemente eliminarlos.

Falta de propósito: el origen de la desconexión interna

Sin un propósito claro, los equipos pierden motivación.
Y sin empleados comprometidos, no se logra impactar positivamente al cliente.
Los líderes deben reconectar a sus colaboradores con un propósito superior que inspire y dé sentido a su trabajo.

El futuro está en los servicios, no solo en los productos

Cada vez más empresas migran hacia un modelo de servicios.
Disney obtiene ya el 35% de sus ventas de servicios como el streaming, y Apple ha visto cómo su facturación por servicios supera el crecimiento de las ventas de iPhone.
Los empresarios deben entender que el valor hoy está en la experiencia y la relación continua con el cliente.

Ser esclavo del negocio: un dolor silencioso de los empresarios

Muchos fundadores se sienten atrapados por su propio negocio.
Buscan descanso, pero a menudo descuidan al cliente al delegar sin una estrategia clara.
Esto le ocurrió a Starbucks y Apple, cuyos fundadores tuvieron que regresar para salvar el propósito original de sus marcas.

Cambios de hábitos y consumo: adaptación o extinción

Las nuevas generaciones valoran más el acceso que la propiedad.
El auge de plataformas como Temu y Shein demuestra cómo los consumidores buscan calidad a bajo costo, sin importar tanto la marca.
Las empresas deben reinventarse, tal como Zara lo hizo con la “pronta moda”, ofreciendo agilidad y respuesta rápida al mercado.

Desconexión con las personas: el riesgo de perder el alma empresarial

Otro de los grandes dolores de los empresarios es haber dejado de escuchar a su gente.
Los modelos de compensación se volvieron obsoletos y el propósito se diluyó.
Sin cultura, propósito y reconocimiento, los empleados pierden motivación y el negocio su vitalidad.

Los dolores de los empresarios son señales de transformación, no de fracaso.
La velocidad del cambio global nos obliga a repensar los modelos de liderazgo, cultura y conexión con el cliente.
Quien logre adaptarse con propósito y humanidad será quien lidere la nueva era empresarial.

Consultoría en gestión comercial de negocios de alimentos y bebidas