Colombia desde sus inicios como nación a vivido en guerra buscando más libertad y democracia. Desde nuestra independencia en 1819 continuamos en guerra con España ayudando a Ecuador y Perú en su independencia, luego en tres nosotros en la guerra de los mil días. Despues con la guerra bipartidista entre liberales y conservadores, en los últimos años en la guerra contra las guerrilas y contra el narcotrifico.
Todas estas guerras nos a llevado a crear nuevas reformas constitucionales como la primera constitución después de la independencia, la reforma a la constitución de 1910 después de la guerra de los mil días, la reforma de 1936 y la reforma a la Constitución de 1991.
En sintesis estás reformas han tratado de profundizar las libertades y nuestra democracia en nuestra nacion. Lastimosamente todas estas guerras y reformas aunque han ayudado a mejorar las libertades de las mujeres, las libertades de culto. La desigualdad económica y la falta de oportunidades continuan latente para la mayoría de la población Colombiana. También por qué los políticos creen que todo los problemas se solucionan con leyes.
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En las últimas elecciones pudimos constatar como los cambios que necesita la sociedad no se hacen de la mejor manera, por egoísmo de los elegidos, que piensan más en sus intereses y no en servir a los demás que es uno de los objetivos de la democracia. Es por eso que continuamos siendo una democracia imperfecta.
Tampoco podemos ser tan incautos de creer que por el hecho de ir a las urnas y elegir a los mismos de siempre, qué son más prevesibles que los que nos prometieron el cambio, tenemos una democracia de verdad. Estamos cayendo en la trampa de seder a nuestro sentido de libertad, de buscar lo mejor para nuestro país, por falta de opciones.
Cómo estamos hoy en día en nuestro país, estaremos sometidos a un congreso que no está para servir, sino para su propio beneficio y dónde las reformas de Petro de destruir la salud, el sistema energetico, las pensiones , la reforma laboral de los Colombianos estaran en riesgo a pesar de ser de las pocas victorias que hemos tenido en nuestros años de democracia.
Y dónde los grandes terratenientes y políticos por no perder su poder y negocio no permitirán que las tierras se usen mejor estando en manos de más campesinos, que si ayudaria a mejorar las desigualdades económicas, revindicar tantos años de guerra y de reformas constitucionales que no han logrado perfeccionar nuestra democracia.
