Ser una mejor versión de nosotros nos puede tomar toda una vida.
Pero lo que si puedo garantizar es que nos permitirá sobresalir sobre los demás y a la larga conseguir más bienestar y felicidad.
Dentro de esta tarea la escucha es primordial, en este mundo tan complejo y saturado de tanta información es difícil concentrarnos y escuchar a los demás.
Por lo general estamos pensando en nosotros mismos y en nuestros problemas, que es difícil permitirnos pensar, escuchar y entender a los demás.
Al interesarnos en los demás, vamos adquiriendo más consciencia y responsabilidad de nuestros actos y de como estos pueden afectar a los demás.
A medida que escuchamos más dejamos de vivir en automático y comenzamos a observar todo lo que está a nuestro alrededor y de como podemos interactuar mejor con lo que nos rodea.
La naturaleza es un buen ejemplo. Al permitir dejar correr el agua de una montaña y permitirnos entender como fluye toda la naturaleza a su alrededor, por medio de unos procesos dinámicos dónde cada ser vivo aporta, construye sin destruir, a no ser que exista una especie invasora que predomina y acaba con los recursos a su alrededor.
El acto de observar y analizar nuestro alrededor con otros ojos, nos permite adaptarnos mejor y convivir mejor con el medio y con la cultura y las interacciones entre las personas.
Cuando aprendemos a escuchar y a escucharnos a nosotros mismos, no nos dejamos llevar por toda la desinformación y dejamos de tragar entero. Empezamos a reflexionar y a cuestionar lo que nos rodea. A tener criterio y a saber elegir la mejor opción.
Comenzamos a tomar mejores decisiones a tener criterio e integridad. Logramos que nuestros pensamientos, palabras y hechos sean coherentes. Que es algo difícil de encontrar en nuestros días, por que tenemos a caer en el camino fácil que es conseguir réditos a corto plazo como hacen la mayoría de los políticos.
Está coherencia e integridad se va a convertir en la basa para mantener nuestros principios que forjan nuestra identidad, autenticidad y honestidad. Al lograr querernos como somos y creer en nosotros. Sin condicionarnos por modas, influencias o por beneficios de corto plazo como el dinero facial, que nos hacen perder el rumbo de nuestra vida y nuestro propósito.
Los valores aunque son importantes varían con el tiempo a diferencia de nuestros principios que se convierten en nuestro soporte, nuestra esencia y en nuestro ADN. Que hacen que nos distingamos de los demás.
Dentro de esté camino de florecimiento estrategias como: La lectura, el escribir, el deporte, la meditación se convienen en aliados para desarrollar nuestro ser y nuestro poderes.
No dejes de aprender y de buscar ser una mejor persona. Y piensa que no tienes que copiar o hacer lo mismo que los demás, para sobresalir. Crea y sigue tu camino.