En este mundo digital de hoy en día estamos cargados de tanta información y de muchas ofertas y empresas que nos quieren vender y brindar la mejor experiencia.
Empecemos por los bancos, con su Call Center o con el que subcontratan donde nos venden créditos, donde cuando quieres resolver alguna duda con el asesor que te atendió, nunca, aparece; y ni siquiera el mensajero que te lleva los papeles a la oficina para firmar el desembolso del crédito, es capaz de comunicarse con el asesor.
Por qué en el número del call Center nunca contestan y son tantos indicativos que la llamada se cae y te cansan de intentar, es tanta la frustración que generalmente al tercer intento dejas de insistir y prefieres dejar las cosas en el aire, por no continuar teniendo esa mala experiencia.
O Rappi que te envía notificaciones al watts invitando a reclamar tu sorpresa, algo que obvio que no es ninguna sorpresa por qué sabemos que nos van a dar un descuento para pedir comida.
O la academia de cursos virtuales de experiencia de usuario, que te envía muchos email y watts para invitarte a realizar el curso y al momento de comunicarte con el asesor nunca te responden.
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Lo cual nos lleva a preguntamos qué tanto saben de experiencia de usuario, si ni siquiera nos contestan cuando nos queremos comunicar con ellos, que ejemplo es este para convencernos de comprar su producto.
Definitivamente todo esto me lleva a reflexionar, quienes están detrás de crear estas experiencias? ¿Ni si quiera se han tomado el trabajo de vivirlas para saber cómo se sienten?
Es por eso que quiero resaltar una pequeña experiencia que tuve en una licorera que por simple, sencilla y humilde, es tan valiosa.
Le pedí una cerveza artesanal a la mesera y ella muy sincera y humilde me dijo que no sabía de cervezas artesanales para recomendarme, pero que me invitaba a ir al mostrador a elegir la que más me gustara.
Como estaba tan cansado no quise levantarme de mi asiento y pedí la primera cerveza que pude observar.
Lo sorprendente es que la mesera me llevo la cerveza que pedí pero con un papel escrito con un listado de todas las cervezas artesanales hecho a mano de su puño y letra, para que pudiera elegir la que más me gustará.
Definitivamente está sí es una verdadera experiencia de usuario.
¿Qué piensan al respecto?
¡Nada que ver con las otras experiencias que viví!