En las últimas décadas, el mundo de los alimentos y bebidas ha cambiado de manera radical. Lo que en los años 80, 90 y principios del 2000 fue el boom de la comida rápida y los ultraprocesados, a partir del 2010 y con más fuerza tras la pandemia de 2020, se convirtió en un movimiento hacia la alimentación saludable y sostenible.
Este giro ha obligado a las empresas a replantear ingredientes, procesos y estrategias. Ya no basta con masificar el consumo a bajo costo; ahora los consumidores exigen productos más naturales, procesos responsables y propuestas diferenciadas.
Tendencias clave en la industria
- Menos ingredientes, más beneficios: se valora la calidad por encima de la cantidad.
- Procesos sostenibles: reducción de desperdicios y cuidado ambiental.
- Estrategias de nicho: marcas que encuentran su espacio en públicos específicos más allá del masivo.
Caso 1: El boom de las hamburguesas
En los 80 y 90, marcas como Presto dominaban el mercado en Colombia. Pero con la llegada de las hamburguesas artesanales —pan de masa madre, carnes premium, salsas caseras—, el panorama cambió.
Este crecimiento también trajo saturación: cadenas como El Corral y Beer Station perdieron fuerza por falta de diferenciación. En contraste, BBC Pubs capitalizó su estrategia con capacitación a empleados, ofreciendo una experiencia educativa alrededor de la cerveza artesanal, algo que sus competidores no supieron construir.
Caso 2: El café entre la masificación y la especialidad
Starbucks, símbolo global del café, enfrenta una caída de valor frente a consumidores más conocedores que no justifican pagar precios altos por un producto estándar. Competidores como Luckin Coffee en China o Juan Valdés en Colombia han captado parte de su mercado.
Mientras tanto, marcas de nicho como Pergamino han apostado por cafés especiales de más de 83 puntos, microlotes de caficultores y experiencias de consumo con baristas expertos y métodos de filtrado diferenciados. Aquí la historia y la autenticidad se convierten en ventaja competitiva.
Caso 3: Snacks saludables y cacao fino
El boom saludable también se refleja en categorías como snacks funcionales y cacao premium. Aunque no son masivos por su precio, han crecido de la mano de marcas como Lokfoods, que entendió cómo ser aliado estratégico de supermercados, expandiéndose a chocolatinas, granolas y salsas.
En contraste, empresas como Base Cook no evolucionaron y perdieron terreno frente a innovadores que sí apostaron por nuevos sabores y tendencias.
Caso 4: El aguardiente premium y el fin del monopolio
En 2025, una resolución de la Corte rompió el monopolio de las licoreras departamentales, abriendo la puerta al aguardiente premium sin fronteras regionales.
Aquí se abre una disyuntiva: marcas como Aguardiente Amarillo de Manzanares pueden apostar por procesos artesanales (fermentación, maceración natural y añejamiento en barricas) para contar su historia auténtica, o seguir el camino de la masificación con insumos sintéticos, como lo ha hecho la Licorera de Caldas.
El aprendizaje lo dan casos como Bavaria y Postobón, que al entrar al mercado artesanal no diluyeron la calidad, sino que la reforzaron integrando equipos, procesos y coherencia estratégica.
La transformación de la industria de alimentos y bebidas en Colombia demuestra que el futuro está en la coherencia, sostenibilidad e innovación con propósito.
El consumidor ya no busca solo saciarse, sino conectar con historias, procesos y productos que le transmitan valor real. Y en esta dinámica, las empresas que no se adapten corren el riesgo de